Reenvío email de pumarejocuentos@gmail.com :
"Con el nuevo año, continuamos con nuestro lugar de los sueños, donde aquellos que estén dispuestos a escuchar y por qué no, también a compartir alguna historia, nos reunimos en torno a una buena taza de té...
Comienza de nuevo...el cuentacuentos...
Os esperamos a partir de las 19.00 h en el Casa del Pumarejo este próximo domingo 27.
Y para ir calentando la imaginación, os invito a un té, pero escrito:
"...Cuando el maestro pudo recibirle y tras las presentaciones debidas, este le dijo: "permítame invitarle a una taza de té antes de empezar a conversar". El catedrático asintió disconforme. En unos minutos el té estaba listo. Sosegadamente, el maestro sacó las tazas y las colocó en la mesa con movimientos rápidos y ligeros al cabo de los que empezó a verter la bebida en la taza del huésped. La taza se llenó rápidamente, pero el maestro sin perder su amable y cortés actitud, siguió vertiendo el té. El líquido rebosó derramándose por la mesa y el profesor, que por entonces ya había sobrepasado el límite de su paciencia, estalló airadamente tronando así: " ¡ Necio ! ¿ Acaso no ves que la taza está llena y que no cabe nada más en ella ?". Sin perder su ademán, el maestro así contestó: "Por supuesto que lo veo, y de la misma manera veo que no puedo enseñarte el zen. Tu mente ya está también llena".
El Té Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio"
Comienza de nuevo...el cuentacuentos...
Os esperamos a partir de las 19.00 h en el Casa del Pumarejo este próximo domingo 27.
Y para ir calentando la imaginación, os invito a un té, pero escrito:
"...Cuando el maestro pudo recibirle y tras las presentaciones debidas, este le dijo: "permítame invitarle a una taza de té antes de empezar a conversar". El catedrático asintió disconforme. En unos minutos el té estaba listo. Sosegadamente, el maestro sacó las tazas y las colocó en la mesa con movimientos rápidos y ligeros al cabo de los que empezó a verter la bebida en la taza del huésped. La taza se llenó rápidamente, pero el maestro sin perder su amable y cortés actitud, siguió vertiendo el té. El líquido rebosó derramándose por la mesa y el profesor, que por entonces ya había sobrepasado el límite de su paciencia, estalló airadamente tronando así: " ¡ Necio ! ¿ Acaso no ves que la taza está llena y que no cabe nada más en ella ?". Sin perder su ademán, el maestro así contestó: "Por supuesto que lo veo, y de la misma manera veo que no puedo enseñarte el zen. Tu mente ya está también llena".
El Té Por: Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio"
2 comentarios:
Esta vez no podré ir, pero espero que me contéis si el protagonista del cuento era o no negro...
Lástima que no leyera este post antes, por que este fin de semana me fuí a Ayamonte.
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