viernes, 2 de octubre de 2009

DECRECIMIENTO

¿Es el “desarrollo” sostenible?.
Ante la crisis económica-ecológica que estamos sufriendo el desarrollo sostenible ha funcionado como la solución facililla con la que salir del paso, con la que lavar nuestras conciencias y fomentar nuestra esperanza. Dado que se nos ha estropeado el negocio inmobiliario pues vamos a darle a la eficiencia energética. Pero señores y señoras, de reducir nada que si no dejamos de salir en las estadísticas como país consumidor, osea quiero decir, desarrollado.
Yo misma me he dado cuenta de que a mí también me habían vendido la moto, y es que todo lo que lleve la fórmula “desarrollo sostenible” queda respetable y respetuoso. Sin embargo, yéndonos a las más elementales leyes de la física vivimos en un planeta finito donde un crecimiento continuo no es posible, por tanto aunque sea bastante más radical que nuestro edulcorado desarrollo sostenible debemos decrecer porque…. el infinito está más allá de la Tierra.
Asimilar este nuevo concepto, este nuevo reto del decrecimiento, que hasta a mí se me figura como algo negativo, es complicado si no visualizamos un nuevo modelo de vida, un nuevo paradigma donde crezcamos no a lo material sino a lo emocional. Que no aumente el PIB no quiere decir que no tengamos bienestar, podemos tener cultura, salud, convivencia, felicidad.
No obstante, decir “desarrollo sostenible” está tan extendido, ha sido hasta el momento un término tan revolucionario, tan medioambientalmente positivo, que si ven en este blog dicha receta discúlpenme, yo claramente estoy a favor del decrecimiento… eso sí de momento no me volveré vegana.

“La peor preocupación que enfrenta nuestra sociedad es la de tener invadidos el espíritu y el pensamiento”. John Berge.
a ver si os animáis.

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